Como si no hubiese sido suficiente ser alcaldes, ahora
irán por otra opción de continuar en el poder y de esa manera no desprenderse
de lo que tanto les gusta, camionetas a disposición, las reuniones, viajes,
sobonerias, etc, apelando a la ya trillada frase que su vocación de servicio a
la población, así les exige. ¿ustedes les creen? Yo no.
Me refiero a los renunciantes alcaldes Victoria
Espinoza y Koky Noriega, de la provincia del santa y el distrito de Acochaca, respectivamente.
Así como yo, ustedes también se preguntarán ¿Qué méritos tienen los citados
políticos?,¿han cumplido con sus ofertas electorales?, ¿han sido los
suficientemente transparentes en sus gestiones?
Seguramente habrá respuestas de diversos tonos, de los
fanáticos, de los troles o de esos que buscan una oportunidad para hacerse
millonarios de noche a la mañana, apropiándose de las arcas de las
municipalidades. Lo cierto es que tanto Vicky Espinoza como Koky Noriega no tienen
los méritos suficientes, no han cumplido sus promesas de campaña, menos pueden
decir que son y han sido transparentes en sus gestiones como alcaldes.
En el caso de Vicky Espinoza su poca transparencia es
más notoria debido a una sentencia por casos ligados a la corrupción que lo
llevaron a estar prófuga de la justicia por casi un año, incluida dentro de los
más buscados y para quien ofrecían hasta recompensa, pero por esas cosas
milagrosas de la justicia reapareció haciéndose la víctima, asumiendo
nuevamente la alcaldía.
Sobre Koky Noriega hay muchas que decir, pero
lamentablemente para él, solo malas; en su gestión como alcalde del pequeño y
humilde distrito de Acochaca. Allí el famoso Koky Noriega se burló y permitió
que sus empresas favoritas de burlen de la necesidad de los pobladores de Chinlla,
Punkupampa, San Bartolomé, Minas Jirca y Chinchurajra.
A ellos no les pagaron, les pasearon muchas veces y
hasta se inventaron un asalto a la empresa para burlarse de los propios
campesinos y el buen Koky Noriega solo aparecía para las fotos y colgarlos en
su facebook con sonrisas fingidas, como el falso llanto en el día de su
renuncia.
En fin, hay muchas cosas que contarles amigos
lectores, hay más documentación e información que compartir sobre estos dos
personajes que no encontraron mejor manera de vivir cómodos a costa de la
pobreza y necesidades de sus pueblos, para ello apelan a todo tipo de artimañas
o mentiras para no perder la mamadera.
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